Etiquetas: Santo Tomás Becket
Fue inmensa la sorpresa que encontraron los Jóvenes Misioneros del Santo Padre el pasado sábado 23 de Octubre, al convocar y compartir con el grupo juvenil “Yakaira” de la Parroquia Santo Tomas Becket, (lugar de la misión); este grupo, formado por Juan Carlos Segura y Carmen Yaneth, se basa en enseñar a los jóvenes el valor del sacrificio, por medio de juegos, encuentros y algunos retiros. Debido al deseo que tienen los jóvenes hoy en día de llevar una vida llena de facilidades, también aprenden mediante este grupo a vivenciar los valores, sobretodo el valor del esfuerzo.Fue entonces donde a pesar del clima lluvioso y frío que hacía esa tarde, los JMSP con el fuego misionero en sus corazones, llegaron a la Parroquia Santo Tomas Becket llenos de expectativas por lo que podrían encontrarse en ese día de misión. ¿Qué es orar? Fue la pregunta planteada por Santiago González uno de los lideres de JMSP antes de dar inicio a la oración, “Es hablar con Dios y ser coherentes con esta acción” respondió una de las jóvenes misioneras; así mismo trajo a la memoria la frase de Santa Teresita del niño Jesús, “La oración es un impulso del corazón”, mediante ésta frase se continuo con la oración y después de cantar un poco se entrego toda la actividad al Señor.
Mediante la actividad “¿Nos conocemos?” se hizo una pequeña integración con los jóvenes, esta consistía en formar parejas entre aquellos que no se conocieran, y luego compartir sobre algún aspecto de sus vidas. Finalizada esa actividad, algunos JMSP se encargaron de presentar a los demás la formación de “Jóvenes Misioneros del Santo Padre” y respondieron a varias inquietudes y preguntas que los jóvenes del grupo “Yakaira” iban realizando a medida que se explicaban los d
etalles de la misiónFue grande el interés de estos jóvenes por saber cómo podían incluir la formación de JMSP en su grupo. Así mismo uno de los detalles más asombrosos que alegró los corazones de los JMSP, fue que, a medida que pasaba el tiempo, iba aumentando la cantidad de jóvenes que participaban, hasta llegar alrededor de 50 jóvenes en el salón. Finalizada esta última actividad se contaron tres testimonios, se hizo una oración y se termino con un pequeño compartir.
Es así como los JMSP continúan llevando el fuego misionero y el Amor de Dios a todos los lugares, por medio de su alegría juvenil y el entusiasmo de llevar la presencia de la Iglesia Católica a cada rincón de la tierra que Dios pueda permitir.
Por: Laura Viviana Marroquín O.
Comité de Prensa JMSP
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